Cuando navegas en internet, ¿cómo sabe el navegador en donde buscar el sitio web que le pides? La respuesta (resumida) son los DNS (Domain Name Services) que emparejan un nombre de dominio (como ed.team) con una IP (como 192.168.1.1) y así es como el navegador sabe en qué IP buscar el sitio web o el recurso que le solicitas. Dentro del servidor pueden haber varios sitios web pero en ese punto ya depende de la configuración del servidor y no de los DNS.
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Entonces, obviamente, un buen servicio de DNS influye en tu velocidad de navegación porque se encarga de “traducir” dominios a IP. Y por otro lado, los DNS tienen tu información de navegación (porque sin ellos no puedes navegar).
Los ISP (empresas proveedoras de internet) incluyen sus propios DNS en las configuraciones para sus clientes, pero no son recomendables, tienden a ser lentos y a saturarse (además del tema de la privacidad). Así que lo primero que deberías hacer son cambiarlos. Las opciones recomendadas son:
- Open DNS: 208.67.222.222
- Google DNS: 8.8.8.8
- Cloudflare DNS: 1.1.1.1
Open DNS ofrece opciones interesantes como control parental desde un dashboard en la web. Google tiene el respaldo de Google así que la velocidad está garantizada. Pero Cloudflare (uno de los servicios más usados en el mundo para gestión del tráfico web, responsable de detener los ataques DDOS más grandes de la historia) ha lanzado su servicio de DNS prometiendo no solo velocidad, sino también privacidad: aseguran que ni conservan ni comercializan tus datos de navegación.
Si experimentas problemas de navegación cambiar tus DNS puede ser la solución. Basta con ir a las opciones de tu conexión, buscar la opción DNS y agregar la IP del servicio que desees usar.
Instrucciones para cambiar tu DNS
Cuéntanos que servicio de DNS utilizas. Si sigues usando los de tu proveedor, ve corriendo a cambiarlos.