¿Sabías que Linux es el sistema operativo más utilizado en el mundo? O mejor dicho, los sistemas operativos basados en Linux. Sin embargo, mucha gente no me cree y me cuestionan, diciéndome “yo no veo gente utilizando Linux, se usa más Windows o Mac, pero no Linux”. Incluso, esto ocurre en el mundo de la tecnología, son pocos los que utilizan Linux como sistema operativo principal.
Entonces, ¿cómo es que Linux es el sistema operativo más utilizado? Porque se utiliza, principalmente, en servidores y supercomputadoras, pero nunca logró encajar en el escritorio. Es decir, en las computadoras portátiles, en las que utilizamos diariamente.
Sin embargo, hubo una distribución que se propuso conquistar el escritorio y que estuvo a punto de lograrlo, creando un hype gigantesco y que mucha gente, incluso los que no sabían que era Linux, empezaran a hablar de Linux. También hizo que empresas como DELL, HP, entre otras, vendieran computadoras con Linux preinstalado y además, nos hizo soñar con que era realidad el año de Linux. Es decir, el año en que Linux entre con fuerza al escritorio. Esa distribución se llama Ubuntu, y este su historia.
Objetivo del proyecto Ubuntu
Ya hemos hablado en otros blogs de la importancia del proyecto Linux. Ya sabes que Linux es un kernel, que se crea en el año 1991 y que luego va creciendo mucho, tanto, que se crean muchas distribuciones. Linux sigue la filosofía del software libre (open source), haciendo relativamente fácil que cualquier organización cree sus propios proyectos derivados. Hasta ahí, muy chévere, la gente entra, colabora y el proyecto crece muchísimo. Es su bendición, pero a la vez, su maldición.
Gracias a esto, entonces existen muchísimos proyectos y ponerse de acuerdo es realmente complicado. Es bonito que haya muchos proyectos, porque cada persona puede personalizar como quiera, pero eso impide que Linux se meta al escritorio y solamente quede como distribuciones para ciertos nichos demasiado específicos.
Por eso, en el año 2004, cuando Mark Shuttleworth, que había vendido su empresa de certificación digital a Verisign y se había llevado 575 millones de dólares, regresaba de sus vacaciones en el espacio (sí, es literal), fundó una empresa llamada Canonical. Esta empresa fue la que creó Ubuntu.
Él había leído muchas quejas en los foros de Debian, sobre la burocracia en el avance de los proyectos, sobre lo difícil que era obtener autorización o hacer modificaciones, y había bastante gente descontenta que quería hacer un nuevo proyecto. Así que Mark Shuttleworth decidió auspiciar este proyecto.
La empresa Canonical se funda exclusivamente para el proyecto Ubuntu, y se junta con este grupo de programadores descontentos del proyecto Debian, que, en ese momento, era la distribución Linux referente en el mercado y hasta el día de hoy, es una de las más importantes.
Mark Shuttleworth es un empresario sudafricano y, justo de Sudáfrica, viene la palabra Ubuntu, que significa “humanidad para todos” o “lo que yo soy, es por lo que tú eres“. Básicamente, como que todo el mundo está conectado. De ahí también viene su logo: son tres personas abrazadas, pero mirándose desde arriba.
El proyecto Ubuntu se lanza con el eslogan: Linux for human beings (Linux para seres humanos). El concepto que se buscaba con esta frase, era que Linux era para cualquier persona. Hasta ese momento, Linux había sido solamente para los frikis de la tecnología o personas con altos conocimientos de la informática, que solamente ellos podían utilizar una distribución Linux.
¿Pero qué pasa con el resto del mundo? De hecho, comenzaron con una misión, medio en chiste, medio en serio, y era resolver el bug número uno. Y era que Microsoft tenía la cuota mayoritaria en el escritorio.
Así que ese era el objetivo del proyecto Ubuntu: llevar Linux a todas las personas, las que vienen de otras áreas y las que necesitan una computadora para realizar sus tareas sin meterse en las tripas de la tecnología.
La principal diferencia de Ubuntu
Ubuntu viene con una diferencia crucial frente a otras distribuciones. Por un lado, fue bueno, por otro lado, fue bastante malo, pero esta fue su principal característica de lanzamiento y era el sistema de versiones. Ellos prometían nuevas versiones cada seis meses. Entonces, los fanáticos de Ubuntu, esperaban el lanzamiento de la nueva versión y cada seis meses se rompían muchas cosas, las cuales funcionaban en la versión anterior, pero ya no funcionaban en la nueva. Y eso era algo que generó bastante crítica.
¿Por qué hacer ciclos de lanzamiento tan rápidos, en lugar de demorarse un poquito más y hacer algo más estable? Como el proyecto Debian. Pero Debian se iba muy al extremo en los tiempos de lanzamiento. Y el soporte para estas versiones eran de 9 meses. Pero también tenían una versión LTS (long tides support), que se lanzaba cada dos años. Esta versión LTS tenía soporte por cinco años.
Así que, si bien es cierto que había críticas por los lanzamientos de Ubuntu cada seis meses, también era cierto que existían versiones LTS, y si no te gustaba estar actualizando cada seis meses, te ibas a la versión LTS y se acabó el pleito. Esto le afectaba más a las personas que estaban como locas buscando las novedades, pero quienes querían estabilidad, ahí tenían la opción LTS.
Además, si eres una de esas personas que usaba Ubuntu en aquellas épocas, debes recordar que cada versión venía con un nombre de un animalito en orden alfabético y era bastante divertido hacer esa secuencia alfabética. Hasta que se acabó el alfabeto y ya pasaron a números. Pero aparte de los lanzamientos cada seis meses, en los animalitos de cada versión y el tamborcito que sonaba cuando arrancaba Ubuntu, también había otra estrategia que les ayudó a crecer muchísimo y a convertirse en la distribución más usada en el mundo.
Esta estrategia fue el envío CD. Tenían un servicio llamado Ubuntu Shipit, en el que entrabas, ponías tu dirección y escogía las versiones del sistema operativo que querías recibir en la puerta de tu casa. Esto era completamente gratis. ¿Cuál era su objetivo? Difundir el proyecto Ubuntu, pero costaba mucho dinero y salía del patrimonio personal de Mark Shuttleworth.
Pero ten en cuenta que, para aquellos años, alrededor del 2004, el internet muy lento, y descargarte un sistema operativo completo por Internet, tardaba más que esperar el envío por correo del CD.
Eventualmente, el proyecto Ubuntu Shipit murió porque Internet se hizo más veloz y ya no necesitábamos los envíos, aunque algunas personas seguían pidiéndolo por pura nostalgia, pero representaba un gasto fuerte. Pero esto fue un gran marketing, que hizo que muchas personas se volvieran evangelizadoras de Ubuntu.
Esto hizo que Ubuntu creciera mucho y como te decía anteriormente, en un inicio, las marcas empezaron a vender computadoras con Ubuntu preinstalado. Para las personas que venían de los años 90 utilizando Linux, esto era alucinante. La primera empresa fue DELL, luego entró HP y luego se sumaron más. Y poco a poco, empezábamos a ver en las tiendas computadoras con Linux.
Odio hacia Ubuntu
Entonces, realmente parecía que el sueño se estaba volviendo realidad. Linux, por intermedio de Ubuntu, estaba llegando a todos los seres humanos. Pero no todo es bonito en la vida. Ubuntu también se llenó de haters. Una cantidad brutal. Decían que, si usabas Ubuntu, no sabías de tecnología, que los “verdaderos pros” utilizaban Debian u otras distribuciones. Esto demuestra, nuevamente, lo tóxica que es la comunidad de tecnología. Una de las más tóxicas que existe.
Entonces, las personas con experiencia en la tecnología se sentían incómodos de qué personas “comunes”, que nunca habían tocado una terminal o se había metido a las tripas de un sistema, ya estuviera presumiendo que usaba Linux. Además, también está el tema de la fragmentación. Ubuntu lo que buscaba era ser el sistema operativo principal, el que llevara a Linux a todas las personas. Eso le disgustaba mucho a los otros proyectos, porque decían: ¿Por qué Ubuntu no apoya al Kernel? En esos tiempos, Ubuntu estaba más enfocado en crear su propio producto, su propia distribución y personalizarla para los usuarios en sus campañas de marketing, que en aportar con código al kernel de Linux.
Puede ser una crítica válida, si te estás beneficiando del código, entonces debes aportar. Sin embargo, si nos vamos a la filosofía del software libre, pues ellos pueden decidir si aportar o no. Es su completa decisión. ¿Dónde quedó el discursito del software libre? Pues solo cuando les conviene lo sacan.
Entonces, empezaron a atacar durísimo a Ubuntu por sus campañas de marketing, acusándolo de ser un sistema comercial (como si eso tuviera algo de malo). También decían que Canonical quería dinero. Aunque, claro, los 10 millones que invirtió de su bolsillo Mark Shuttleworth iban a regresar rezando. Tenían que regresar de alguna manera. Una compañía tiene que ser rentable para poder crecer y mantenerse. Los haters también decían que Ubuntu se quería parecer a MacOS. Pero eso no tenía nada de malo.
Y esa toxicidad de las comunidades de tecnología, en las que todo es blanco o negro, es horrible y eso se experimentó muy fuerte en aquellas épocas.
Errores de Ubuntu
Ahora bien, Ubuntu también hizo algunas cosas mal, no es que fueron unos santos. Por ejemplo, abandonaron el proyecto Gnome para irse a Unity, que era su propio sistema de escritorio porque querían hacer convergencia entre teléfonos, tablets y computadoras.
Shuttleworth estaba convencido de que, eventualmente, el iPhone y las MacBook iban a converger en un único sistema operativo. Aún no ha ocurrido, pero vemos que estamos en camino. Ya tienen el mismo procesador, por ejemplo, por lo cual pueden correr las mismas aplicaciones.
En Canonical querían hacer esta convergencia y para hacerla, no podían seguir utilizando el proyecto Gnome, que era el sistema de escritorio que utilizaba Ubuntu. Así que crean Unity, para que se use tanto en escritorio como en móviles. Sin embargo, las personas le dieron con todo: los insultaron, les dijeron que tenían que apoyar el proyecto Gnome, en vez de crear su propio proyecto. Esto nos devuelve a la pregunta: ¿Y dónde quedó la filosofía del software libre y de la libertad de elegir? No les importaba la libertad, sino que les dolía que un proyecto tomara sus propias decisiones y que tomara su propio camino.
Otra cosa que Ubuntu hizo que sí estuvo feo, era que mandaban datos de tus búsquedas de Amazon, a Amazon. Entonces sí, estaban vendiendo tus datos. Fue una gran cagada. Se entiende que la empresa necesita ganar dinero para subsistir porque estaba quemando dinero por varios años y tiene que volverse rentable. Pero eso si estuvo muy feo y si se ganaron sus críticas merecidas. Eso sí, podías desactivar la función y ningún dato se enviaba, pero por default, venía activada.
Ubuntu, más imparable que nunca
Sin embargo, pese a todas las críticas y el odio, Ubuntu seguía creciendo y para el año 2013, casi 10 años después de ser lanzado, se anuncia el proyecto Ubuntu Touch. Este sería el sistema operativo para móviles, basado también en Unity, que era el mismo sistema de escritorio de las computadoras. Con lo cual, había convergencia total.
Tiempo después, Microsoft intentó también la convergencia. ¿Se acuerdan con Windows 8 y otros proyectos? Y años después, lo hizo Apple, así que digamos que Ubuntu estaba adelantado a su tiempo. Sin embargo, lamentablemente quedó en un concepto, porque solamente cuatro años después se murió, porque Ubuntu también quería lanzar su teléfono. Es decir, no solamente dedicarse al software, sino también al hardware.
Su teléfono se llamaba Ubuntu Edge. Lo que hicieron fue lanzar una campaña de crowdfunding en Indiegogo y buscaban 32 millones de dólares. La cantidad más grande jamás solicitada en esta plataforma, pero no alcanzaron y llegaron a 12.8 millones. Aun así, es la cantidad más grande de dinero recaudada en esta plataforma. Pero no les alcanzó para el proyecto, así que fue descontinuado.
De esta forma, el proyecto de la convergencia, que sonaba tan bonito, no se pudo realizar y lamentablemente, ese sueño de ver a Linux fuerte en el escritorio se desinfló.
Supongo que hasta la fecha se siguen vendiendo computadoras con Linux, pero lo que la mayoría de aficionados a Linux hace, es comprarse una computadora con Windows, desinstalar el Windows y meterle Linux. O por último, hacer un dual boot. En esos años, el proyecto empieza a perder bastante fuerza.
Ubuntu sigue fuerte, pero ya ese sueño y ese hype, poco a poco empieza a bajar. Ubuntu es muy muy fuerte en servidores. La división de Ubuntu Server para cloud computing es enorme y es la que más dinero le reporta a la gente de Canonical. Pero en el escritorio no se cumplió ese sueño. El mismo Shuttleworth tuvo que admitir que nunca llegaría el año de Linux.
Nuevos tiempos
Sin embargo, los tiempos cambian, y con el nuevo CEO de Microsoft, Satya Nadella, empezó un romance entre Linux y Windows. Un romance que, hace 10 años atrás, nadie lo hubiera creído. El anterior CEO de Microsoft, Steve Ballmer, había dicho que Linux es un cáncer. Años después, Microsoft ama Linux, porque Linux es altamente personalizable. Entonces, la nube de Microsoft, llamada Azure, corre con Linux. No al 100%, pero muchos de sus servicios corren sobre Linux.
Además de eso, Microsoft lanzó el subsistema de Linux para Windows: WSL (Windows Subsystem for Linux). Es decir, tienes Linux dentro de Windows. La primera versión salió en el 2017 y honestamente, no fue tan buena. Fallaba y no tenías un sistema de carpetas coherente, etc. Lo que buscaba Microsoft era acercarse a los desarrolladores, y la mayoría de programadores, los que no están casados con tecnologías Microsoft como. NEt, prefieren Linux sobre Windows.
Ellos querían cambiar esto y permitirles un subsistema. Es decir, corriendo por debajo Linux, la distribución era Ubuntu, con todas sus ventajas. Sin embargo, no funcionaba del todo bien, porque no tenían el kernel completo corriendo dentro de Linux, así que en la versión 2 de WSL, que salió en 2019, ya se incluye el kernel completo de Linux dentro de Windows.
Así que lo que tienes que hacer es instalar el subsistema de Linux: vas a la Microsoft Store y te instalas el sistema operativo que quieras y corre completamente bien dentro de Windows. Ahora, corre por terminal, como un Ubuntu Server, por lo que no tendrás interfaz gráfica o podrás ver el escritorio de Ubuntu.
Sin embargo, puedes instalar aplicaciones de escritorio de Ubuntu y correrlas con su interfaz gráfica dentro de Linux. Así que todas las computadoras con Windows actualmente tienen Linux por debajo, específicamente Ubuntu, por lo que volvemos al inicio: Linux es el sistema operativo más utilizado en el mundo, aunque sea invisible a tus ojos, está corriendo por debajo.
Estás viendo este vídeo gracias a que Linux está corriendo en la nube. Si estás utilizando Windows, tiene el kernel de Linux por debajo, si estás utilizando Android, tiene el kernel de Linux por debajo, etc. Y recuerda que puedes aprender Linux en EDteam.
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Sin duda, Linux es uno de los más grandes proyectos en la historia de la tecnología, pero gracias a Ubuntu, muchas personas, que jamás se hubieran enterado de que existe, conocieron Linux e, incluso, lo probaron.
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