Victor Ruiz Garcia@victorruiz946

La elección entre detener un contenedor, eliminarlo y luego volver a crearlo con docker run, o simplemente detenerlo y luego reiniciarlo con docker start, depende de tus necesidades y del escenario particular en el que te encuentres. Cada enfoque tiene sus propias ventajas y consideraciones:

Caso 1: Detener y eliminar, luego volver a crear con docker run

  • Ventajas:

    • Garantiza que el contenedor se inicie desde un estado limpio y predecible. Cada vez que ejecutas docker run, obtienes un nuevo contenedor con una copia de la imagen base y todas las configuraciones iniciales.
    • Es útil cuando necesitas aplicar cambios en la configuración del contenedor o en la imagen subyacente. Puedes modificar la configuración antes de ejecutar docker run.
    • Útil cuando necesitas asegurarte de que no haya "restos" del contenedor anterior, como datos temporales o archivos de registro.
  • Consideraciones:

    • Requiere más tiempo y recursos para volver a crear el contenedor, ya que se deben descargar o construir las capas de la imagen nuevamente.

Caso 2: Detener y reiniciar con docker start

  • Ventajas:

    • Es más rápido y eficiente, ya que el contenedor se reinicia desde su estado actual, lo que ahorra tiempo en comparación con volver a crear el contenedor desde cero.
    • Útil cuando solo necesitas pausar y reanudar una aplicación sin realizar cambios en su configuración o en la imagen subyacente.
    • Mantiene todos los datos y cambios realizados dentro del contenedor antes de detenerlo.
  • Consideraciones:

    • Puede dar como resultado problemas si deseas garantizar que el contenedor esté siempre en un estado inicial y limpio, ya que conserva cualquier cambio o estado acumulado en el contenedor antes de detenerlo.
    • No se aplicarán cambios en la configuración de la imagen subyacente hasta que vuelvas a crear el contenedor.

En resumen, el enfoque a elegir depende de tus necesidades. Si deseas garantizar que el contenedor siempre se inicie desde un estado limpio y estandarizado, o si necesitas realizar cambios en la configuración o en la imagen, el primer enfoque (detener, eliminar y volver a crear) es más adecuado. Si deseas simplemente pausar y reanudar la ejecución de una aplicación sin afectar su estado actual, el segundo enfoque (detener y reiniciar) es apropiado.


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